La
presión casi milimétrica que ejercen las manos de un tabaquero durante el
torcido de las hojas es uno de los elementos claves para lograr un puro de
verdadera calidad, una característica de la que se enorgullece la centenaria
industria cubana de los habanos.
Sentado
en su lugar de trabajo en la fábrica Miguel Fernández Roig, antigua La Corona,
frente a decenas de hojas de tabaco y atento al proceso de creación, el
torcedor José Miguel Lugo dijo que cada vez que comienza un habano, piensa en
el regocijo de quien lo fumará y se siente orgulloso de que sus manos elaboren
un producto que llega a todo el mundo.
"Cada
vez que hago un tabaco con mis manos siento orgullo, incluso cuando participo
en los festivales del Habano, o torciendo, o dirigiendo la actividad
productiva" comentó Lugo a Sputnik.
Mientras
habla, enrolla las hojas con cuidado y precisión, para que el aire corra entre
las hojas interiores y queme de manera pareja, al igual que lo han hecho otros
torcedores en una industria que ya acumula 500 años de historia.
Para
Lugo, saber que el fumador siente satisfacción cuando prueba los productos que
hace, le provoca un regocijo enorme porque —asegura— acumula 28 años de
experiencia torciendo tabacos y ·es lo único que sabe hacer en esta vida".
La hoja
de tabaco era consumida por la población aborigen de la isla caribeña antes del
descubrimiento de América no solo para fumar, sino que se le reconocían
propiedades curativas y mágicas.
En la
época colonial comenzó a incrementarse la plantación de tabaco, que ganó mucha
fuerza en el mercado europeo y terminó expandiéndose por el mundo.
CONSUMIDORES
FAMOSOS
Los
escritores Lord Byron, Víctor Hugo, George Sand, entre otros, consumieron
tabacos cubanos en su época, al igual que maestros de la pintura como Pablo
Picasso o del entretenimiento como el director Francis Ford Coppola o el actor
Robert de Niro, estrellas del cine actual.
La
entrega de cajas de puros cubanos como regalo o para su consumición son usuales
en películas de Hollywood, pese a que en EEUU está prohibida su venta.
En el
mercado Internacional se venden más de 85 millones de tabacos cubanos hechos a
mano (Premium); ocupando más del 80% del mercado mundial, excepto EEUU; unos
100 millones de tabacos hechos a máquina, y unos 3 millones de cigarrillos,
según datos de la empresa Tabacuba
Los
puros más famosos que se han visto en las fotografías de políticos como el
líder revolucionario cubano Fidel Castro o el ex primer ministro británico
Winston Churchill tienen años de historia acumulados.
Durante
la Guerra de Independencia del colonizador español, los tabaqueros cubanos
exiliados en el sur de Estados Unidos tuvieron un rol protagónico en la
recaudación de fondos para sufragar los gastos de la contienda emancipadora en
la isla.
Según
Osmar Hernández, director general de la fábrica de tabacos Miguel Fernández
Roig, ubicada en La Habana, los tabacos cubanos "son inigualables, y todo
porque tenemos una experiencia y una tradición centenaria".
"Desde
el centro de investigación que prepara las mejores semillas, el campesino que
la cultiva en la tierra, las atenciones culturales que hay que darle a esas
hojas, y el proceso en la industria, son claves para obtener un producto como
el nuestro", subrayó Hernández, quien enfatizó que el mejor tabaco del
mundo es el cubano.
Según
cifras oficiales, más de 50 fábricas en toda la isla garantizan las ventas en
el mercado interno, que superan los 190 millones de tabacos hechos a mano, los
15.000 millones de cigarrillos, y 10 millones de tabaco torcidos a máquina.
(Publicado originalmente en Sputnik)
(Publicado originalmente en Sputnik)
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