jueves, 24 de mayo de 2012

Americanizar a Cuba


Marta Beatriz Roque ya se americanizó






Por Osmany Sánchez
 Hace poco una profesora me contaba sus vivencias en un colegio privado en Honduras en el que estuvo trabajando como profesora invitada hace algunos años. La profe nos contaba que lo primero que le llamó la atención fue que en la biblioteca, hermosa biblioteca según sus palabras, apenas había libros sobre la historia de Honduras y los existentes estaban en los pisos altos, casi ocultos.
 En el primer piso, bien a la vista y con ediciones de lujo estaban libros relacionados con la historia de los Estados Unidos, la biografías de todos los presidentes norteamericanos, etc. En esa misma biblioteca vivió momentos tristes pues los militares  norteamericanos iban a reclutar jóvenes para la guerra en Iraq y ella aunque tenía muchas ganas de hablar con ellos y explicarles que esa no era su guerra, no podía hacerlo.
 Durante la exposición de un trabajo relacionado con la temática ambiental una de las estudiantes que estaba exponiendo se refiere al daño ambiental provocado por “las bombas atómicas lanzadas por la URSS en Hiroshima y Nagasaky”. La profe se vira y le dice a otro miembro del tribunal que la muchacha se había equivocado, que había dicho que las bombas atómicas las había lanzado la URSS y la otra profesora le dijo asombrada: “no, no se equivocó, es así…”
 Nos cuesta pensar que sucedan cosas así, nos parece que es un cuento pero lamentablemente el hecho es real y no podemos decir que es aislado. Si vamos a la historia de Cuba podemos encontrar que lo mismo se intentó hacer con nosotros.

 En el lejano 1852 aparecía la siguiente nota en un periódico de Nueva Orleáns: «(…) Su lenguaje (el de los cubanos) será lo primero en desaparecer, porque el idioma latino bastardo de su nación no podrá resistir apenas por tiempo alguno el poder competitivo del robusto y vigoroso inglés» «(…) Su sentimentalismo político y sus tendencias anarquistas seguirán rápidamente al lenguaje y de modo gradual, la absorción del pueblo llagará a ser completa debiéndose todo al inevitable dominio de la mente americana sobre una raza inferior».
 Después de la intervención norteamericana, entre 1900 y 1901, cerca de 2500 jóvenes cubanos ingresaron en varios centros de educación y universidades norteamericanas. Gilbert K. Haroon, director de la Asociación Educacional Cubana, escribía en 1900: “si pudiéramos disponer de mil niños anualmente nos ahorraríamos la mitad de los 100 años que, de otra forma, nos tomará americanizar este lugar”.
 Cualquier semejanza con las becas que otorga la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana (SINA) para que jóvenes cubanos vayan a pasar cursos de “liderazgo” en el vecino del Norte no es pura coincidencia.
 Quizás alguien pueda pensar que estoy “leyendo periódicos viejos”, o que estoy siendo paranoico cuando acudo a citas de más de 150 años para acusar al gobierno de los Estados Unidos de querer “americanizar” nuestro país pero si leemos el Plan Bush nos damos cuenta de que no han renunciado a ese propósito.
 Dice el referido plan: “«(…) Organizar programas para recapacitar a los maestros y profesores cubanos». «(…) Prepararse para mantener abiertas todas las aulas»… «(…) o importar voluntarios temporalmente durante el potencial período de inestabilidad que vendrá, de manera que los niños y adolescentes no estén en la calle envueltos en delitos».
 Sería interesante ver cuál es el programa que tienen preparado para “recapacitar” a los maestros y profesores cubanos. Imagino que ahí le enseñarán, entre otras cosas, a los niños cubanos que sino llega a ser por los “americanos” los españoles no hubiesen podido ser derrotados en 1898. Ni qué decir de los maestros que importarán, imagino que en sus clases, Martí, Gómez y Maceo serán sustituidos por nombres en inglés. Seguro en los nuevos libros de historia de Cuba dirá que Henry Reeve fue enviado por el gobierno de los Estados Unidos para ayudar a los cubanos.
 Hay muchos que se alegrarían de que eso suceda, al final de tanto ir a la SINA ya se sienten americanos, recuerdo que uno de ellos gritó durante una de sus reuniones que Bush era su verdadero presidente e incluso participan en votaciones simbólicas por el presidente de ese país. Es una pena, pero es así, algunos siguen hablando español porque no les queda más remedio pero desde hace mucho tiempo están pensando en inglés.


Tomado del sitio digital La Joven Cuba



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