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domingo, 18 de diciembre de 2011

A 75 años de la caída en combate de Pablo de la Torriente Brau en Majadahonda


Hace 75 años que Pablo de la Torriente Brau regó con sangre la tierra española. En Majadahonda cayó bajo las balas fascistas, defendiendo la República durante la heroica defensa de Madrid y allí dejó para siempre la memoria imborrable del combatiente internacionalista, el revolucionario y el periodista.
—Me quedaré en España compañero—,/ me dijiste con gesto enamorado./ Y al fin sin tu edificio tronante de guerrero/ en la hierba de España te has quedado. …escribiría el poeta-combatiente Miguel Hernández, su compañero en las trincheras y en la vanguardia, en la Elegía Segunda que dedicara al cubano.
Pablo vivió intensa y apasionadamente su corta pero fructífera existencia. Destacado luchador antimperialista, sufrió cárcel y exilio por enfrentar a la dictadura de Gerardo Machado, convirtiéndose en narrador  indiscutible de aquellos acontecimientos que conmocionaron la vida en Cuba.
De una forma vestida de preclara,/ has perdido las plumas y los besos/ con el sol de España puesto en la cara/ y el de Cuba en los huesos…describe Miguel, el poeta de Orihuela, a aquel joven Comisario Político venido desde la lejana isla caribeña, a defender la República Española.
A España llegó Pablo en septiembre de 1936 como corresponsal de guerra, sin imaginar que se convertiría en uno de los más altos exponentes del periodismo cubano en el siglo XX, y allí, bajo las balas, cambió la pluma por el fusil, para morir con el polvo español sobre su cara.
Miguel, que lo vio caer abatido por la garra franquista lo encerró en sus versos: Ante Pablo los días se abstienen ya y no andan./ No temáis que se extinga su sangre sin objeto/ porque éste es de los muertos que crecen y se agrandan/ aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto.


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