el autor (der) entrevistado al pastor Lucius Walker FOTO/Oriol de la Cruz |
Todavía conservo en la memoria la última vez
que conversé en La Habana con Lucius Walker, ese hombre de Dios –pero con los
pies en la tierra-, que dedicó buena parte de su vida a demostrar a Cuba y los
cubanos, que el verdadero espíritu de solidaridad que hay dentro del pueblo de
Estados Unidos hacia la isla, nada tiene que ver con las crueles políticas
diseñadas desde Washington, diseñadas para complacer a la mafia cubanoamericana
que se esconde en Miami.
El encuentro fue durante su última visita a
Cuba, a mediados de 2010, apenas unos meses antes de morir. Recuerdo que
hablamos de las generosas ayudas que brindaban las iglesias estadounidenses, de
Los Cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, y del
futuro de la Revolución cubana.
Después, la triste noticia de su muerte, la
sacudida a todos los que veíamos en este Pastor un símbolo de dignidad dentro
del gigante norteño, solidario, humano, con una fe inmensa en el hombre y su
futuro.
Pero Lucius dejó un camino de amistad abierto
entre los dos pueblos. Su prematura muerte selló un compromiso eterno entre
Cuba, su gente y los Pastores por la Paz, ese movimiento de gigantes que no ha
vacilado por más de dos décadas en desafiar la intolerancia imperialista.
El próximo 24 de julio, llegará a La Habana la
XXV Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, Pastores por la Paz, y
permanecerá en territorio nacional hasta el tres de agosto realizando
actividades que reforzarán su solidaridad con el pueblo cubano.
Luego de recorrer 65 ciudades de Canadá y
Estados Unidos hasta la frontera con México, la agrupación traerá otra vez la
donación de toneladas de ayuda humanitaria, que en esta ocasión incluye cuatro
vehículos y suministros médicos, difíciles de adquirir por la mayor isla de Las
Antillas, debido al bloqueo que hace más de medio siglo le impone el gobierno
estadounidense.
Gail Walker, codirectora de Pastores por la
Paz, expresó a la prensa cubana sentirse contenta de mostrar a las autoridades
norteamericanas que el mundo está en contra de su política injusta e inmoral.
Agregó que la Caravana se realiza en un
momento especial, cuando crece en sectores estadounidenses la opinión de que
deben normalizarse las relaciones con La Habana, ser levantado el bloqueo y
liberados los tres antiterroristas cubanos que aún permanecen cumpliendo largas
e injustas condenas en cárceles federales.
Este año los integrantes de este grupo
solidario dedicarán sus actividades fundamentalmente a la juventud cubana y
participarán en el acto por el Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de Julio, en
la occidental provincia de Artemisa.
También colocarán una ofrenda floral ante la
placa, que en la Tribuna Antiimperialista José Martí, frente al malecón
habanero, recuerda al reverendo Lucius Walker (1930-2010), líder de Pastores
por la Paz, activista social y defensor de los derechos humanos, e infatigable
luchador contra el criminal cerco económico, comercial y financiero que Washington
mantiene contra Cuba.
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