Elegguá |
No hay cubano que no sepa quién es Elegguá.
Aunque sea cristiano, católico, mormón o ateo. Está presente en miles de casas
cubanas, acomodado detrás de las puertas de entrada, como vigilante de los
destinos de sus creyentes.
La adoración a Elegguá –y al resto de los
orishas del panteón Yoruba- viene desde los tiempos de la colonización. Los
esclavos africanos trajeron con ellos sus creencias, sus dioses y sus culturas,
que por más de 400 años se han enraizado en eso que llaman cubanidad.
Los adoradores de Elegguá lo consideran el
inicio y el fin de todos los caminos, el nacimiento y la muerte, el bien y el
mal. Dentro de las funciones más importantes que tiene esta deidad es la de ser
mensajero de los dioses, si él lo quiere, nada de lo que se le ofrenda a estos
les llega.
Es la protección primera, ya que Elegguá es
quien abre los caminos para continuar en la
Es la vista que sigue un camino, se
convierte en un guerrero temible y feroz cuando se une a Oggún y Oshosi, nada
lo detiene. Eleguá es uno de los primeros Oshas u Orishas que se recibe. Es el
primero del grupo de los cuatro guerreros (Elegguá, Oggún, Ochosi y Osun), y
ganó con Olofi, Obbatalá y Orula suficientes privilegios para ser el primero. Es
considerado el mensajero fundamental de Olofin.
Vive en la mayoría de los casos detrás de la
puerta, cuidando el ilé de quien lo posee.
Dueño absoluto de los caminos y el
destino, es quien cierra o abre el astral para la felicidad o infelicidad de
los seres humanos. Siempre se debe contar con él para realizar cualquier cosa.
Es el portero de la sabana y el monte.
Es un oricha que se asienta, va a estera el
día del itá de Osha y habla por el diloggún. También es el intérprete principal
de las letras del sistema del oráculo del diloggún y juega un rol fundamental
en los subsistemas del oráculo de Biangue..
Es el único que ha ido y regresado del mundo
de Ará Onú (muerte). Su mano de caracoles es la mayor, ya que consta de 21,
estos son también el número de sus caminos. Le pertenece por excelencia junto a
Obbatalá el oráculo del coco (Obí).
Características
Se le
asigna el 3 según la numerología yoruba, se celebra el 6 de enero y 13 de junio
y sus colores son el rojo y Negro. También se representa en Blanco y Negro
llamado Afrak que es el mensajero de Babalu Aye
Su día de la semana es el lunes y sincretiza
con los santos católicos San Antonio de Padua, San Benito Palermo, y el Santo
Niño de Atocha.
Familia
Elegguá es hijo de Okuboro y Añagui, reyes
de la región de Egbá. Su nombre original proviene del Yoruba Esu Elegbara
(mensajero príncipe de los que viven en Egbá). Se dice también que fue hijo de
Obbatalá y Yembó, hermano de Shangó, Oggún, Osun y Orunmila.
Diloggún
(caracol)
Habla por todos los odú del Oráculo del
Diloggún (caracol), por este pertenecerle, pero fundamentalmente lo hace por
Oddi, Okana Sode y Ojuani Shogbe.
Atributos
Eleguá se asienta en una otá (piedra), otá
conchífera, de arrecife, otá con carga, caracol cobo con carga, un coco seco o
de masa con carga o en madera. Se coloca en una vasija plana. Sus atributos
son: los cascabeles, garabato (bastón) de guayaba, trampa de ratón, monedas, juguetes
de niño (bolitas, pitos, matracas, trompos, cometas, sombrero de guano o paja,
maraca pintada con sus colores, llaves de puertas. pepitas de oro, y monedas de
plata.
Sus elekes (collares) son de cuentas rojas y
negras alternadas.
¿Por qué
Elegguá es el primer santo en comer? (patakín de Elegguá en Osatura)
Obatalá tenía un hijo desobediente y
descreído llamado Nifa Funke, que le daba muchos dolores de cabeza. Desde su
escondite en las malezas, Elegguá veía como Nifa maltrataba a su padre de
palabra y de obra, y decidió darle un escarmiento.
Un día en que Nifa Funke había corrido una
distancia larga y estaba muy sudado, se arrimó a un árbol para refrescarse con
su sombra. Elegguá sacudió el árbol, del que cayeron muchas hojas y polvo,
enfermando a Nifa. Obatalá, desesperado, comenzó a llamar en su ayuda a
Elegguá.
Oggún, que venía por el camino llevando tres
cuchillos, al ver a Obatalá desesperado, le
rindió Moforibale y le preguntó qué
pasaba. Al enterarse, Oggún enseguida llevó a Nifa al río, lo bañó con yerbas y
lo restregó con el achó fun fun de su padre. Pero no obstante haberle hecho
ebbó, le dijo que debía ir a consultar con Orula. Elegguá, que seguía escondido
escuchando, decidió cerrarle todos los caminos. Oggún, Obatala y su hijo se
desconcertaron al no encontrar el camino.
Oggún encontró tres pollones y muy
astutamente, fingió comerlos. Elegguá, glotón al fin, saltó sobre Oggún, le
quitó las aves y se las comió. En ese momento, llegó Obatala y Elegguá, al
verlo, se inclinó a sus pies y le rindió Moforibale, diciéndole: "Yo voy a
salvar a tu hijo, Babá".
Mandó a regresar al atribulado padre y salió
rumbo al Ilé de Orula. Cuando llegó, se escondió y Nifa Funke se pudo consultar
por fin con Orula. Este, al tirarle el ékuele, le ordenó limpiarse con tres pollones
y yerbas y entregárselos a Elegguá, pues éste lo salvaría de todas sus malas
situaciones; respetar al padre y contentar siempre a Elegguá, quien abre y
cierra los caminos de los destinos de hombres y orishas y por eso come antes
que todos y debe dársele la sangre de los pollones.
Su día es el 13 o el 14 junio
ResponderEliminarHOLA COMO PUEDO COMUNICARME CON UDS
ResponderEliminarHOLA COMO PUEDO COMUNICARME CON UDS
ResponderEliminarHola, ese toque de tambores es en Cuba?
ResponderEliminar