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sábado, 26 de abril de 2014

A más de dos décadas de la solidaridad cubana con las víctimas del desastre de Chernobyl


explosión en la planta electronuclear de Chernobyl - 26 abril de 1986

   Este 26 de abril se están cumpliendo 28 años del desastre atómico más grande ocurrido en el mundo, según la Escala Internacional de Accidentes Nucleares y uno de los mayores catástrofes medioambientales de la historia, cuando una explosión en el reactor cuatro de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, en Chernobyl, provocó el escape de altos niveles de radioactividad y contaminación.
   Aquel 26 de abril de 1986 durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central nuclear, produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
   La cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados, materiales radiactivos y/o tóxicos que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas y forzó al gobierno de la exUnión Soviética a la evacuación de 116 mil personas provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en, al menos, 13 países de Europa central y oriental.

   Dos personas, empleadas de la planta, murieron como consecuencia directa de la explosión esa misma noche y 31 en los tres meses siguientes. Mil personas recibieron grandes dosis de radiación durante el primer día después del accidente, 200 mil personas recibieron alrededor de 100 mSv, 20 mil cerca de 250 mSv y algunos 500 mSv.
   En total, 600 mil personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. Cinco millones de personas vivieron en áreas contaminadas y 400 mil en áreas gravemente contaminadas, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional.

Solidaridad cubana con las víctimas
   Ante la solicitud de ayuda internacional de las autoridades ucranianas, especialistas
niños de Chernobyl atendidos en hospitales cubanos
cubanos visitaron Ucrania, y el 29 de marzo de 1990 llegaron al archipiélago los primeros 139 niños para recibir atención médica.
   A partir de entonces comenzó un proyecto integral de salud, masivo y gratuito que ha mantenido desde 1990, con impacto humanitario y científico, al obtenerse y compartir datos importantes sobre la contaminación interna en infantes de áreas damnificadas.
   Más de 25 mil personas, entre ellas 21 mil 340 niños, han sido beneficiados por el programa humanitario desarrollado por Cuba para las víctimas de la catástrofe nuclear de Chernobil, según informes de la ONU.
   Pacientes de Ucrania, Rusia, Bielorrusia, Moldavia y Armenia han pasado por el Hospital Pediátrico de Tarará, en las afueras de La Habana. La mayoría de ellos han sido niños ucranianos con dolencias que van desde el estrés post-traumático hasta el cáncer. Cerca de 67 % no tienen amparo filial.
   Con ese programa, Cuba, que no brinda lo que le sobra, sino que comparte lo que tiene, muestra una vez más que es ejemplo de una política humanitaria e internacionalista.
   La atención ha tenido gran impacto social por la falta de recursos económicos de quienes en Tarará son evaluados y tratados, incluidos los trasplantes de médula.  
   El Ministerio de Salud de Ucrania paga el viaje, y el resto del financiamiento corre a cargo del gobierno cubano. Por eso la contribución de la Mayor Isla de Las Antillas es especialmente destacada por la Organización de Naciones Unidas (ONU). 

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