Páginas

sábado, 1 de marzo de 2014

Los Cinco: Gerardo, Antonio y Ramón saludan desde la cárcel, libertad de Fernando González Llort

   Fernando González Llort es el segundo de los cinco antiterroristas cubanos presos injustamente en Estados Unidos, en regresar a la Patria libre, después de cumplir íntegramente la condena impuesta por un tribunal yanqui, amañado y manipulado por la extrema derecha cubanoamericana de Miami.
   Junto a René González Sehwerert, para Fernando comienza otra etapa de lucha al lado del pueblo cubano, en aras de conseguir la libertad de sus hermanos presos en cárceles norteamericanas.
   Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero aún están en prisión, cumpliendo con largas e injustas condenas de cárcel y necesitan mucho de la solidaridad de todos para regresar libres a su patria.
   Desde la inmensidad de su gallardía, los tres saludaron al Héroe liberado. Cuba la Isla Infinita comparte estos mensajes de apoyo a Fernando, desde tres prisiones diferentes en Estados Unidos, que intenta encerrar en cada una, la dignidad de un pueblo entero.
Cuba la Isla Infinita comparte con sus lectores estos mensajes de hermandad y patriotismo.

Mensaje Gerardo Hernández Nordelo, desde la prisión de Victorville, en California


Fernando, el Gigante:
   A cada uno de los Cinco nos toca ser —obviamente— el más o el menos “algo” entre nosotros. De la misma manera en que Ramón es el más alto, seguido muy de cerca por René, a Fernando le tocó ser el de menos estatura física, mientras que el segundo lugar en esa categoría se lo quité a Tony por un pelo. (Aunque eso del pelo sea un decir). Ese “título” de Fernando le valió que, en parte por cariño, y también por la arraigada costumbre profesional de evitar los nombres, a veces, entre nosotros, le llamáramos “el pequeño”.
   Lo anterior podría parecer inmaterial, y hasta algo frívolo, pero en estos días de alegría y ansiedad, cuando lo separan apenas unas horas de su libertad (y ojalá también de su regreso) mientras recuerdo tantas muestras de grandeza que ha dado nuestro hermano, he reparado en la ironía que encierra el llamar “pequeño” a ese gigante.
   Cuando nos arrestaron, Fernando tenía razones extra para sentir angustia, dolor, frustración… En términos del béisbol que tanto le gusta: él lanzaba también juegos completos, pero su misión en Miami aquella vez, era de relevo corto. Debía regresar a Cuba pronto. Su boda estaba casi lista. La novia, esa Rosa guerrera que por él sacrificó todo en la vida, quedó casi vestida. Aun así, del gigante jamás escuchamos un lamento.
   Presencié cuando su abogado del juicio, Joaquín Méndez, le advirtió con toda razón profesional que, dada la menor gravedad de los cargos que a él se le imputaban, cualquier defensor de respeto optaría por separarlo de los demás como estrategia. La respuesta de Fernando, como la de René ante similar sugerencia, fue tajante e inequívoca.
   Quince años y medio después, Fernando, como René, saldrá de la prisión con la frente en alto. Tampoco a él le regalaron nada. Su sentencia fue la máxima posible, y el tiempo descontado por buena conducta se lo ganó, y por ley tenían que dárselo.
   Quienes lo queremos y admiramos, hoy celebramos. Convencidos de que nuestra lucha se refuerza con otro abanderado, le hacemos llegar un fuerte abrazo, y le decimos:
¡Felicidades gigante!
¡Gracias por tu ejemplo!

Gerardo Hernández Nordelo
Prisión Federal de Victorville
California, Febrero 25, 2014.


Mensaje de Ramón Labañino, desde la prisión de Ashland, en Kentucky


   Hoy logró la libertad nuestro hermano Fernando González. ¡Gran alegría y regocijo sentimos por él! Para nosotros Cinco, esa experiencia la vivimos cada uno como propia. Y es que en verdad es así.
   Un día dichoso decidimos unirnos para jamás dejarnos vencer, lo cual es y será ya para siempre.
   Recuerdo a Fernando en aquel hueco duro de Miami. Lo que más me impactó de él fue el rostro fruncido y su firmeza ante los intentos de doblegarnos y hacernos cooperar. Otros en cambio, más altos (nunca más grandes) y más fuertes (no de valor), flaquearon y se vendieron.
Esa experiencia de vida es un tesoro que recordaré eternamente.
   Con Fernando regresamos todos de alguna manera. En él está también, como en René, la esencia de todos. Nuestra energía y nuestra forma de pelear y de vencer.
   Es una alegría a medias, pues en verdad terminó hasta el último segundo de una sentencia injusta que jamás debió cumplir.
   No podemos permitir que ninguno cumpla más esta sentencia injusta. Se lo debemos a Gerardo y a la historia hermosa de nuestro pueblo.
   ¡La pelea se ha reforzado, el triunfo es cierto!
   Hoy Fernando regresa a la amada patria con la frente en alto y el decoro limpio. Nosotros le seguiremos.
   Con el abrazo y cariño de pueblo y familia recibe también el nuestro, querido hermano.
¡Hasta la victoria siempre!

Ramón.
FCI Ashland, Kentucky.
Febrero 28, 2014. 11:38 a.m.


Mensaje de Antonio Guerrero, desde la prisión de Marianna, en Florida

Queridos amigos:
Todo me indicaba que nuestro hermano Fernando estaría hoy en la patria, pero ya me he acostumbrado a tomar las cosas con objetividad y calma, por lo tanto decidí sentirme optimista sin exceso.
Cerca de las 11 de aquí llamé a mi mamá al celular. Me respondió mi hermana. Iban rumbo al aeropuerto. Mami andaba en gestiones de su visado. Converse con René, lo cual siempre es un alegrón tremendo. Le dije: Dale un abrazo a Fernando de parte mía.
Pero, qué va, antes de irme para mi trabajo, 12 y 25 pm de acá, no me pude aguantar y volví a llamar.
Desde que escuché las voces detrás de la de mi madre me dije: el hombre está ahí. Y, en efecto, me dice mi madre: Está conversando con Alarcón. Y le digo: Pues, dile a Alarcón que me dé un chance.
No hay manera de describir lo que sentí al escuchar la voz de nuestro hermano y saberlo en suelo patrio. Eran muy pocos minutos los que tenía para hablar, porque a las 12 y 30 pm cortan las comunicaciones hasta las 4 y 30 pm. Sin embargo, hablamos de muchas cosas. Le comenté sobre mis líneas de ayer, recordando el reencuentro en Miami y estuvo de acuerdo en que no podía escribir literalmente lo que él dijo aquel día cuando reflexionábamos sobre los años que tendría aun que servir. Sólo me dijo: Ya ves, cumplí con mi palabra. Vaya sorpresa cuando me preguntó cómo iba el proyecto de las flores.
Le dije: Va viento en popa, me quedan 10 por hacer. Le agregué que tenía ya los bocetos para otras 15 acuarelas sobre los 7 meses del juicio y le expliqué que iba a necesitar la ayuda suya y de René. Y me respondió raudo: Tira pa’ca. Ya terminando le increpé: Ven acá, René te dio el abrazo que te envié? Y respondió: “Bueno, me dio un beso y un abrazo, y me dijo que el abrazo era el suyo”.
Ese es Fernando, cubano 100% y fiel hasta el más allá.
Hoy se respira mucha felicidad y más libertad.
Cinco abrazos fuertes.

¡Venceremos!

Tony Guerrero Rodríguez
28 de febrero de 2014

2 y 40 pm.

No hay comentarios:

Publicar un comentario