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jueves, 16 de enero de 2014

Testimonio de una emigrada: Miami Dade College financia subversión contra Cuba

    La última modalidad que la maquinaria subversiva diseñada en Estados Unidos contra Cuba ha puesto en práctica es el otorgamiento de “becas” en Miami, a un grupo de jóvenes, coincidentemente vinculados a grupos contrarrevolucionarios o hijos de connotados mercenarios que, desde dentro de la Isla, contribuyen a diario a crear un ambiente de desestabilización social, según los dictados de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y la USAID.
   Esta vez el Miami Dade College acogió a 9 “estudiantes” entre los que destacan una hija de Berta Soler, líder de las controversiales Damas de Blanco, así como Sahily Navarro, hija de otro contrarrevolucionario recién excarcelado, el graffitero Danilo Maldonado, conocido como  “El Sexto”, las abogadas Laritza Diversent y Yaremis Flores, y el bloguero Henry Constantin, todos de larga data en el negocito de la disidencia, y para algunos, como forma de asegurar que la tajada que paga la USAID siga llegando sin problemas a las “familias” que dirigen la contrarrevolución dentro de la isla.
   Queda este artículo de la joven cubanoamericana Yadira Escobar, como muestra del sentimiento que deja entre algunos en Miami, esta nueva maniobra contra Cuba.

Echando a perder lo que pudo haber sido un proyecto fantástico
Por Yadira Escobar*

   Recientemente contacté a dos de los estudiantes que llegaron con un grupo de jóvenes
"estudiantes" cubanos recién llegados a Miami
cubanos que se oponen públicamente al
gobierno cubano y a sus ideas políticas y que hace poco matricularon en el Miami Dade College, gracias al trabajo del “Centro para Iniciativas Latinoamericanas y Caribeñas” (CLACI).
   Llamé a Soandry del Río y a Danilo Maldonado Machado (más conocido como “El Sexto”) con la esperanza de obtener más información para el público curioso. Sin pensarlo mucho, accedieron a ser entrevistados y a discutir sus impresiones personales acerca de la iniciativa.
   Sin embargo, más tarde, y por alguna razón desconocida, rehuyeron nuestras cámaras y eludieron la reunión.
   El grupo de estudiantes de Cuba que se encuentra aquí  han recibido el apoyo total del gobierno de EE.UU., Miami Dade College y la “Fundación  para los Derechos Humanos en Cuba” (FHRC), la cual depende para su financiamiento de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
   Se espera que después de seis meses de estudio aquí, regresen a la isla y de esa manera impactar la sociedad con sus recién adquiridos conocimientos y habilidades.
   Recibirán créditos de nivel universitario por las lecciones y los certificados correspondientes. Según los medios de Miami, cada uno de ellos gastará entre $12 000 y $15 000 dólares, no solo en clases, sino en transporte, alimentación, vivienda, etc.
   Por lo que he oído en las estaciones cubanas de la radio local, la comunidad del exilio no lo está tomando muy a la ligera. A pesar de que hay mucha confusión y falta de información, muchos están furiosos con la llamada invasión y se han declarado en contra del proyecto.
   Los extremistas de derecha sencillamente son alérgicos a cualquier cosa que establezca contacto con Cuba. Y aunque el proyecto está dirigido por individuos que pregonan los ideales correctos del “exilio”, los extremistas han  repudiado rápidamente (por temor) lo que en apariencia no comprenden.
   Me gustaría creer que estos jóvenes son libres y responsables, y que no temen al verdadero público norteamericano o a la prensa alternativa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que están eternamente en deuda con sus patrocinadores aquí en EE.UU., y por el momento dependen de ellos.
   Seguramente saben que en la actualidad son privilegiados por estar aquí solo debido a su activismo en contra de Cuba. Lamentablemente, este tipo de relación termina en la completa sumisión al viejo orden establecido de los cubanos exiliados.
   Lo que de otra manera habría sido un fantástico proyecto de verdadero crecimiento intelectual y contacto entre dos orillas se ha revelado como un mero filtro selectivo para entrenar a futuros saboreadores del estado. Estos estudiantes solo fueron seleccionados por su perfil ideológico. El proyecto con seguridad es totalmente político por naturaleza y expresión.
   Fue creado tan solo para recompensar y consentir a un cierto tipo de cubano que está insatisfecho con las leyes de su país. Esto pudiera condicionar muy fácilmente la conducta de los que dentro de la isla aspiran a beneficiarse de esta oportunidad de carrera, la cual, según sus patrocinadores, es solo para la sociedad civil. En la práctica, esto solo beneficiará a los enemigos del estado cubano.
   Cuando se utiliza un filtro político para seleccionar a algunos candidatos y rechazar a otros por sus ideas, entonces ese proyecto está corrompido desde su creación. Es una lástima, ya que por primera vez estudiantes verdaderos pueden venir desde la Isla a estudiar en este país usando las nuevas leyes de reforma migratoria, sin embargo, la sociedad civil no es el beneficiario principal.
   El blog de Emilio Ichikawa declara que la institución que recibirá al grupo de estudiantes está dirigida actualmente por un exburócrata cubano que también fue un comunista y funcionario cubano convertido en vehemente anticomunista. Eso es bastante escandaloso. La impresión general es que el proyecto es más un show político que un verdadero empeño académico.
   No obstante, me alegra que estos estudiantes estudien y mejoren durante los meses venideros, y con suerte alguno regresará con un verdadero conocimiento de los negocios. Quizás uno sea inspirado a iniciar un empeño independiente de algún tipo con sus recién aprendidas habilidades administrativas. Sería una buena noticia saber que uno de ellos se ha unido al creciente sector privado en Cuba y que ha tenido éxito.
   Por supuesto, no sería ético si esto fuera un gran plan para engañar a los cubanos para que piensen diferente o intenten interferir en la soberanía de su país. El momento histórico por el que atraviesan las relaciones EE.UU.-Cuba es muy delicado en la actualidad.
   Aunque hay un rayito de esperanza. Son necesarios algunos puentes para establecer la comunicación, siempre y cuando no sean contaminados por la interferencia política por medio de programas universitarios aparentemente inofensivos, pero secretamente planeados.

*Yadira Escobar – joven cubanoamericana residente en Miami, nacida en la provincia de Camagüey, Cuba, en 1988, y que emigró junto a su familia a Estados Unidos con solo seis años de edad, autora del blog de Yadira.

Tomado del sitio digital de Progreso Semanal

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