periodista cubana Giselle Escalante entrevista a Fher, en Cuba |
Recientemente salió publicada una muy buena
entrevista que realizó la periodista cubana Giselle Escalante Martínez a
Fernando Olvera (Fher), cantante y líder de la banda de rock mexicana Maná, a
su paso por Cuba en viaje privado.
A pesar de que en este encuentro con la prensa
cubana, el popular rockero azteca reconoció que admira mucho al pueblo cubano,
calificando a Cuba como “uno de los países más extraordinarios o el más
extraordinario del planeta", algunos medios de prensa prefirieron
minimizar estas expresiones de amor a Cuba, dando espacios y titulares a viejos
dolores políticos de uno de los integrantes de la mítica banda de rock latino.
Para
todos aquellos que solo recibieron el veneno destilado por ciertos chupatintas
de la Internet que se alimentan y alimentan los odios contra Cuba, aquí les va el texto íntegro de la conversación de Fher con la
prensa cubana.
Cuba en
el corazón de Maná
Por
Gisselle Escalante Martínez
Lo sorprendí en traje de baño, camuflado con
gorra, gafas y bloqueadores solares. Pero no fue a la usanza de los paparazzi,
tampoco la plática estuvo fijada con cierto tiempo de antelación, de manera que
los nervios y otros demonios estuviesen totalmente contenidos, y menos aún fue
obra del caprichoso azar.
Lo cierto es que conversé con este hombre en
uno de esos tantos días en los que pasa inadvertido entre la multitud, en esta
ocasión de vacaciones en la península de Varadero.
Sonrisa en los labios, un brillo en la
mirada que ni el tiempo parece opacar, el cabello largo como casi todos los
rebeldes, pequeñas arrugas que delatan los cercanos cincuenta años, la
humildad, la inteligencia y coherencia de los talentosos, y la admiración y
simpatía hacia lo cubano, fue lo que más me impresionó de Fernando Olvera, o
simplemente de Fher, el vocalista de Maná.
GEM - The
Green Hat Spies, el achicado Green Hat y, finalmente, Sombrero Verde en nuestra
lengua materna, vislumbran notables influencias de Los Beatles, Led Zeppelin,
The Police, The Rolling Stones y otras sobresalientes bandas admiradas por los
entonces jóvenes que se iniciaban en el camino de la música allá por 1975.
Pero, ¿por qué aventurarse con una agrupación que surgía paradójicamente en
Guadalajara, la ciudad más mexicana, y
que al mismo tiempo apostaba por el rock en español, cuando esto estaba lejos
de convertirse en una tendencia?
banda mexicana de rock latino Maná |
FHER - Siempre tuve amigos que viajaban a
Europa, a Inglaterra, otros habían ido a Boston y me ponían al tanto de las
tendencias musicales que se imponían en estos lugares y me traían, incluso,
algunos discos. Así comenzó mi gusto por el rock and roll y la madurez de mi
alma rockera. Y eso fue lo que me propició encausarme más que por el mariachi o
una música más regional que es de Jalisco, de Guadalajara, por el pop rock que
es definitivamente más universal.
¿Cómo
un anuncio en un periódico solicitando un baterista hacia 1984 puede
transfigurar la historia del grupo? ¿Qué representa para la banda el cubano-colombiano
nacido en Miami Alex González?
- Yo estaba buscando un baterista con buena
calidad, con buen sonido, con talento, joven, porque ya tenía la idea de hacer
un rock más latino, más mestizo, mezclado con reggae, con salsa, con bolero. Y
Alejandro, este cubano colombiano, conocía bien la salsa, y sabía desde Silvio
Rodríguez hasta Pablo Milanés, a pesar de sus escasos 14 años. Me interesó
mucho su sangre cubana que le iba dar el corazón y el ritmo a la banda. Me
latió, como decimos los mexicanos, fue una intuición y por eso lo incluimos. Y
te confieso que ha sido una de esas decisiones de las que nunca me voy a
arrepentir y sino comprueba el resultado 22 años después.
Entre
1986 y 1987 se cierra el ciclo de vida de Sombrero Verde e inicia el nacimiento
de Maná, a partir de la decisión del joven Fher y sus amigos de posicionarse en
aquel movimiento patrocinado y promocionado por compañías discográficas que
tuvo lugar en México y que se hacía llamar rock “en tu idioma”. ¿Por qué
denominar Maná, que algunos entienden como pan del cielo, de las enseñanzas
bíblicas; o energía positiva, del polinesio, a esta nueva banda que fusionaría
al rock y al pop con ritmos latinos?
-
Realmente porque Sombrero Verde era un nombre largo, banal. Queríamos entonces
algo más místico y este axioma proveniente del polinesio de que el Maná es una
fuerza mágica, una fuerza creadora, una fuerza positiva, pues encerraba todo lo
que pretendíamos y aún pretendemos.
Abandonar
la casa productora Warner Music México fue una decisión sumamente valiente, que
al parecer se sustentaba en no renunciar al concepto del grupo ni a su
propuesta artística, por el deseo de mantener la identidad frente a los
intereses comerciales que pretendían imponerse. ¿Fue exactamente así?
-
Exactamente. Lo que pasa es que en este tipo de música las compañías quieren
manejar demasiado tu carrera y nosotros quisimos desde el principio que nadie
tuviese injerencia en la nuestra. Queríamos que nuestro trabajo saliera puro,
como lo concebíamos propiamente, desde el corazón, desde las vísceras, desde el
alma. Y esa es la razón por la que, a partir de ese momento, Alex y yo hemos
sido los productores de todos nuestros discos.
El
álbum Dónde jugarán los niños, de 1992 encabezó las listas de popularidad en la
América hispanoparlante y los temas:
Vivir sin aire, Oye mi amor, Te lloré un río, entre otros, devinieron canciones
antológicas del repertorio, que viabilizaron la globalización de Maná iniciada
en 1993. ¿Qué representa vivir casi la mitad de la vida rodeado de fama,
aplausos, devotos de ti y de tu música?
- Maná
ha agarrado la fama y todo este rollo muy tranquilos. Somos gente que crecimos
poco a poco, pues como hemos mencionado tuvimos una banda antecesora que fue
Sombrero Verde y no pasamos del escalón número diez al uno, sino que fue más
bien gradual. Eso nos dio la posibilidad de asimilar las cosas. Nosotros no nos
sentimos superestrellas, sino gente normal que crea y hace canciones, y se
identifica la gente con nosotros y nosotros con la gente.
Gozamos
mucho nuestra música. Y nos enorgullece sobre todo ser latinos y formar parte
de una época y su historia. Así nomás.
Después
de múltiples reconocimientos por las academias más renombradas de la industria
musical y presentaciones en centenares de naciones del mundo, ¿por qué Maná
nunca ha tocado en Cuba, un país tan cercano geográficamente, que ha
disfrutado, seguido y admirado la carrera de la agrupación únicamente desde la
distancia? ¿Nunca disfrutaremos los cubanos admiradores eternos del arte, la música
y la mística de Maná una presentación en vivo?
-
Bueno, mira, todavía no nos morimos. (Risas) Primero déjame decirte que yo
admiro mucho al pueblo cubano desde varias perspectivas. Cuba es uno de los
países más extraordinarios o el más extraordinario del planeta. Es un país
chico, pero con un arte impresionante y no solamente en música, sino también en
pintura, danza, poesía, en deporte y medicina. ¡Es impresionante esta Isla!
¿Por qué no hemos tocado? Justamente lo estábamos platicando antes. Alex ha
estado un poco en desacuerdo con esto, porque a sus papás al parecer no les fue
bien aquí. Siempre hay dos historias en la historia y yo no soy nadie para
criticar o juzgar. Algún día yo sí lo voy a hacer, a título personal, a título
de Fher, vocalista de Maná. Quisiera hacerlo gratuito para la gente, vamos a
ver cómo nos ponemos de acuerdo. Para mí será un sueño compartir con tantas
personas que les gusta Maná y que no tienen la posibilidad de ir a otro país a
verlo. Además, si te soy franco, nosotros le debemos mucho a la música cubana,
desde la trova hasta la salsa. Maná tiene influencia de todo esto y estamos en
deuda ciertamente con este pueblo.
¿Y
cuándo se materializa esto?
-
Fírmale. (Risas) Yo creo que esto va a ser pronto. Nosotros seguimos viviendo
de la ilusión de la música, no estamos ni estuvimos desde el principio por
dinero. Suena raro esto ahorita, el dinero, no lo miento, ha llegado por
circunstancias, pero no estamos por él. Estamos porque amamos la música y nos
gusta compartirla con la gente. Y te voy a llamar más pronto de lo que crees
para que tengas la primicia de una presentación de Maná o, simplemente, de Fher
en Cuba. (Risas)
Cuando
vives, sientes o recuerdas a Cuba y su gente, ¿qué sensación experimentas?
- Que
quiero volver, que es un país alucinante. Y a pesar de sus problemas económicos
siempre tiene la sonrisa en el rostro. Es una gente que tira pa´lante, es, como
decimos los mexicanos, “chingona”.
Y finalmente,
¿qué le dices a los cubanos que te leen en estos instantes, apasionados de
Fher, de su personalidad?
-
Primero, que me es muy grato que les guste nuestra banda, siendo uno un artista
mexicano, en este país que es un semillero de artistas y de músicos tan buenos.
Segundo, que me ha extrañado que conozcan tan bien el trabajo de Maná. Han
buscado a Maná y lo han encontrado. Eso me llega al corazón. Cuba me llega al
corazón.
Al vaivén de un columpio y con la brisa que
regala una de las playas más hermosas del mundo, según sostiene este hombre que
huele a música salida del alma y que ha logrado una genuina sonoridad al
fusionar el pop rock con lo auténticamente latino, Radio 26 conversó con un Maná que siempre lleva a Cuba en el
corazón.
Tomado de
Radio 26
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