Elián González Brotons acaba de cumplir 20
años. Ha participado estos días como delegado cubano al XVII Festival Mundial
de la Juventud y los Estudiantes, en Quito, Ecuador.
Hace quince años, el niño Elián llegaba a
Miami en una balsa. Su madre, que se llevó al pequeño sin consentimiento de su
padre, falleció en el trayecto, siendo Elián el único superviviente.
Allí fue literalmente secuestrado por varios
familiares lejanos que, instigados por la ultraderecha cubanoamerica, hicieron
de la retención del niño una cruzada contra el Gobierno cubano.
Miguel González, el Padre de Elián, apoyado
por movilizaciones de millones de personas en la Isla, consiguió finalmente que
una jueza norteamericana le devolviera a su hijo.
Atraídos por la rentabilidad morbosa del
drama humano, los grandes medios publicaban, en aquellas fechas, notas casi a
diario. Y se vieron obligados a dar voz a quienes desde siempre han condenado
al silencio mediático: la mayoría revolucionaria de la Isla.
Ahora, algunos de estos medios han vuelto a
publicar algo sobre Elián González. Pero sin apenas espacio para voces
incómodas, como la del propio joven, hoy militante comunista, admirador de
Fidel Castro y, además, encendido defensor de la causa de Los Cinco cubanos
encarcelados injustamente en EEUU.
Los medios podrían publicar lo que piensa
Elián sobre estos hombres que, precisamente, se infiltraron en los grupos de
Miami que instigaron su secuestro y que durante años han estado financiando el
terrorismo contra Cuba.
¿Tendrán la vergüenza, valentía y sobre
todo... la ética periodística necesaria para hacerlo?
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