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lunes, 7 de octubre de 2013

En el aniversario 46 de la caída en combate del Guerrillero Heroico, comandante Ernesto Ché Guevara



   A pesar que el tiempo parece no pasar, estamos arribando al aniversario 46 de la caída en combate del heroico comandante guerrillero Ernesto “Ché” Guevara, en las selvas bolivianas, asesinado vilmente a manos de agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y sus testaferros bolivianos.
   Universalmente conocido como el Che Guevara, o simplemente el Che, el Guerrillero Heroico fue un combatiente revolucionario, estadista, escritor y médico argentino-cubano, que dejó una estela impregnada en el ejemplo de su vida, su conducta y su pensamiento, que se convirtieron en paradigma de millones de hombres y mujeres en todo el mundo.
   Todos los cubanos recordamos a ese argentino que se ganó el derecho a ser hijo de esta isla, desde el mismo instante que se integró a la expedición del yate Granma dirigida por Fidel Castro que comenzó la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en las montañas de Oriente.
   Orgulloso exhibió los grados de comandante ganados con valentía y tesón y comandó la columna 8 Ciro Redondo que extendió la guerra hasta el centro de la Isla precipitando la caída de la dictadura, junto al también legendario comandante Camilo Cienfuegos.
   Después del triunfo revolucionario de enero de 1959, fue designado Presidente del Banco Nacional de Cuba y ministro de Industrias. También presidió delegaciones cubanas que visitaron diversos países y fue representante del gobierno revolucionario en importantes cónclaves internacionales.
   Durante los días aciagos de la Crisis de Octubre, en 1962, fue designado jefe militar de la provincia de Pinar del Río.
   En 1965 dirigió un frente guerrillero en el Congo contra la intervención de los mercenarios blancos y sus aliados locales. Fracasado el movimiento guerrillero regresó a Cuba y comenzó a organizar la guerra revolucionaria en Bolivia.
   Tras una campaña de varios meses cayó prisionero de las tropas bolivianas en la quebrada del Yuro y al día siguiente de su captura fue asesinado.
   Sus restos fueron ubicados en 1997 y enviados a Cuba donde descansan en el Complejo Memorial Comandante Ernesto Che Guevara que se construyó con este objetivo en la ciudad de Santa Clara.
   Hoy, su ejemplo se multiplica en todas las tierras del Sur, como paradigmas de los hombres y mujeres que siguen luchando por construir un mundo mejor.

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