Páginas

domingo, 24 de marzo de 2013

Los archivos secretos de Alan Gross



Por Tracey Eaton* - tomado del blog La pupila insomne

   Alan Gross previó la creación de conexiones a Internet por satélite para judíos cubanos en La Habana y otras seis provincias, y luego ampliar su esfuerzo por incluir  a no menos de 30 mil masones en más de 300 sedes en todo el país.
   Los Judíos cubanos tenían “valor estratégico” en el proyecto debido a sus lazos religiosos, financieros y humanitarios a los Estados Unidos, según dijo Gross en una nota de octubre de 2008 archivada este mes en una Corte de Distrito Federal.
   Las sinagogas judías eran “un trampolín seguro por el cual la diseminación de información será ampliada”,  escribió Gross en la nota de 27 páginas a su antiguo empleador, la Development Alternatives Inc (DAI), un contratista federal en Bethesda, Md.
   La nota y otros documentos archivados este mes en una Corte de Distrito Federal de EEUU dan nuevos detalles sobre el alcance original del proyecto multimillonario, que fue diseñado para ir lejos más allá de ayudar a judíos a conectarse a Internet como el Departamento de Estado ha sugerido repetidamente.
   Gross, de 63 años, y su esposa, Judy, demandan a la DAI por 60 millones de dólares, alegando que el contratista falló en la preparación de Gross para su arriesgada misión, provocando su captura en 2009. La DAI ha negado la acusación y dice que no es culpable del encarcelamiento del subcontratista.
Dibujo de un archivo confidencial de Alan Gross
   Las autoridades cubanas detuvieron a Gross en diciembre de 2009. Fue declarado culpable de crímenes contra el Estado y condenado a 15 años de prisión.
   En su nota de 2008 dijo que sedes de organizaciones humanitarias  de Estados Unidos que llevan computadoras y otras provisiones a judíos en Cuba podrían ser útiles en el proyecto  democracia de DAI. Una implicación posible es que estos grupos podrían ser utilizados, quizás sin saberlo, para trasladar equipos de conexión a Cuba, aunque Gross no explica en detalles lo que tenía en mente.
   Él escribe que judíos cubanos y masones podrían ser útiles a la DAI para establecer un punto de apoyo de información y tecnologías de comunicaciones:
“Estos grupos son objetivos probables para establecer con éxito un punto de apoyo de bajo perfil en cuanto a las TICs.
   Ambos han ampliado las redes de organizaciones y comunidades en toda la isla y ambos están conectados y/o tienen fuertes relaciones institucionales con organizaciones estadounidenses religiosas y humanitarias que con frecuencia patrocinan misiones en la Isla.”

   En su oferta a DAI, Gross propuso establecer sitios de Internet en 12 sinagogas judías en las provincias de La Habana, Villa Clara, Cienfuegos, Guantánamo, Granma, Camagüey y Santiago de Cuba. Aproximadamente 1,800 hombres, mujeres y jóvenes eran miembros de las sinagogas. Ellos eran el objetivo inicial del proyecto democracia. Gross escribió:
   “Los miembros del grupo objetivo primario serán capaces de ayudar a capacitar a miembros del grupo objetivo secundario en caso de seguir en el proyecto.”
   El grupo secundario – o el que le sigue – tenía como objetivo miembros de 319 Logias Masónicas en Cuba. Una infografía que presentó Gross a la DAI también incluía a “juventud, mujeres y afro-cubanos”.
   Gross dijo en documentos de la corte que él coordinaba algunas de sus actividades con la Fundación de Desarrollo Panamericano, o FUPAD, otra organización que había recibido fondos del gobierno estadounidense para tratar de apresurar la transición de Cuba a la democracia.
   Agentes cubanos alcanzaron la infiltración en la operación de FUPAD en Cuba. Uno de los contactos principales de la organización, José Manuel Collera Vento, la antigua cabeza de los Masones, organización fraternal en Cuba, resultó ser un informante para la Seguridad de Estado Cubano (Ver la entrevista con Collera, también conocido como el Agente Gerardo).
   A la vez, Gross encabezaba una pequeña compañía llamada JBDC. Él se preocupó por los esfuerzos de contraespionaje del gobierno cubano y estuvo sobre todo preocupado por el destino de sus contactos en la comunidad judía de Cuba.
La nota 2008 subraya la necesidad de mantener el secreto:
   “Toda la información en esta página es considerada altamente confidencial y no debe ser divulgada o reproducida para su distribución sin la autorización expresa por escrito de JBDC, LLC. El incumplimiento de esto podría causar un daño irreparable a ciertas partes de la isla.”
   En documentos de la corte, el abogado de Gross dijo que la mayor preocupación de la DAI fue averiguar quién lo reemplazaría si ya no podía llevar a cabo el proyecto. Un memorando de esta organización a Gross decía:
   “Considerando sus preocupaciones en cuanto a su capacidad de permanecer a la isla, por favor indique por escrito su plan de contingencia en el caso que usted sea incapaz de seguir trabajando en la isla por cualquier razón. ¿Quién asumirá el proyecto hasta su finalización?”
   Gross contestó que si él llegara a ser “persona non grata” en la isla, su compañía, JBDC, volvería a escoger un nuevo líder. Él escribió:
   “Tenemos varios (3) candidatos excelentes con quien hemos trabajado durante más de cinco años en proyectos de información sobre el terreno. En caso de que el director del proyecto se haga PNG, JBDC tomará una decisión acerca de quién reanudará el liderazgo con la confianza que DAI aprobará la elección. Un aspecto clave en esta decisión implicará principalmente la disponibilidad.”
   La Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) había adjudicado un contrato por valor de $28 millones para llevar a cabo el proyecto de la democracia en 2008. La empresa pidió a Gross unirse al esfuerzo y le dijo que era subcontratista top del proyecto.
   Gross y otros transportaban equipos para la conexión a Internet vía satélite a Cuba y los instaló en sinagogas en La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba. Él nunca llegó a su objetivo de crear sitios de Internet en 12 comunidades en siete provincias. Tampoco hay evidencia de que él amplió su proyecto para incluir a los masones.
   Gross viajó realmente a Cuba para comenzar la segunda fase del proyecto, pero fue detenido cuando trataba de dejar la isla.
   Alan Gross viajaba solo en ese momento y su compañía era en gran medida una operación de un solo hombre.
   Sin embargo, persiguiendo el subcontrato de DAI en 2008, Gross dijo que “un socio de desarrollo de la comunidad’ le asistiría en el principio del proyecto. Gross escribió que William Recant: ...
“es considerado confiable por la comunidad. Él tiene un entendimiento excelente de los matices en cuestiones de vida política y organizativa de la Isla, así como un asimiento penetrante sobre cómo hacer cosas allí.”
   Recant es asistente del vicepresidente ejecutivo del Comité de Distribución Conjunto Judío- americano, o JDC, conocida como “la principal organización de ayuda humanitaria judía del mundo.”

*Nota del editor: Dejé un mensaje a JDC solicitando opiniones y no aún no he recibido respuesta de la organización.
La biografía de Recant dice que él:
“sirve como funcionario superior con respecto a todos los programas de socorro de JDC no sectarios y desastres. En esta función, coordina proyectos relacionados con el rescate, alivio y renovación de las comunidades judías de todo el mundo y el desarrollo no-sectario de programas. Will es también el Director de Información para el desarrollo de América Latina y Europa en la sede de la Comunidad JDC en Nueva York, que lo involucra en un esfuerzo por aliviar la comunidad Argentina en crisis.”

Extractos  de las 27 páginas del memo de Alan Gross (en inglés) se encuentran en el blog de Tracey Eaton.

*Tracey Eaton es un periodista norteamericano que gestiona el Cuba Money Project, dedicado a informar sobre los programas que financia el gobierno norteamericano “para la democracia” en  la Isla con los que se busca crear una falsa oposición a la Revolución cubana como parte de una cruzada que dura más de 50 años.



Tomado del sitio digital La pupila insomne

(Traducción La pupila insomne)

No hay comentarios:

Publicar un comentario