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domingo, 16 de septiembre de 2012

Marta Beatriz Roque: Las fanfarrias de una huelga de hambre anticubana

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No... no está muerta de hambre.... se está haciendo
por Miguel Fernández Martínez

    Ya comenzaron las fanfarrias de una nueva payasada, y los mismos actores, con sus vestiduras desgastadas, regresan a la pista. No hay mucho público, pero el pago por actuación de los payasos está garantizado.
   Marta Beatriz Roque Cabello volvió a lucir sus lentejuelas, esas que brillan al compás del tintineo de las monedas y sube oronda al carrusel que anima la risa fracasada de sus pagadores.
   Esta señora, que alguna vez se paseó vanidosa en las filas de la izquierda, incluso vistiendo las telas verde olivo que ahora desdeña, emula para brillar más que su compañero de carpa Guillermo “Coco” Fariñas, un huelguista profesional a tiempo completo que le transmite a diario su sabiduría, en el arte de engañar a los ilusos que imaginan un auténtico ayuno.
   Me arriesgaría a pensar que la Roque Cabello siente algo de envidia por no tener en sus vitrinas, los “premios” ganados por el payaso disfrazado de humanista que golpea a mujeres y ancianos a bastonazos. Y por eso lo imita.
    A veces pienso que Marta Beatriz quiere morir con cheque firmado al portador para llevarlo en su viaje póstumo.
   Nadie piense que se lo deseamos. Ella misma se “postró moribunda”, hace tres años, -tal y como hace ahora- ante un sacerdote que le ofreció la extremaunción, cuando casualmente se encontraba cumpliendo con su jornada de ayunos según el “schedule” enviado por los pagadores del Norte.
   Ahora la Roque Cabello, que ha sido sorprendida en tantas triquiñuelas, desde mentir, robarse impunemente dos refrigeradores que sus amos de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana le ordenaron comprar para una fallida reunión de aburridos desempleados apátridas, se declara nuevamente en “huelga de hambre”, para llamar la atención de los diarios y los fotógrafos que pueden ayudarla a brillar desde el fondo de la cueva de serpientes en que se arrastra diariamente.
Marta Beatriz Roque "votando" por Bush





   Ya pasaron los tiempos de George W. Bush, el guerrerista-presidente, por el que  esta señora –apenas conocida por sus paisanos y mal mirada por los intrasigentes terroristas de plomo y bombas de Miami- votó descaradamente, aún sin ser ciudadana estadounidense… y ni siquiera estadounidense.
    Se hace hora de volver al candelero y remover los bolsillos dormidos de los contribuyentes a la guerra de odio contra su propia Patria. Como dice un popular slogan de un vendedor de muebles de Miami: “Aquí lo que cuenta es el cash”.
   La foto que publicó el Nuevo Herald de Miami me hizo recordar otra “huelga” orquestada hace 17 años, por un famoso escritor que quería llamar la atención de sus amigos para que le sacaran de Cuba. El mismo montaje, las mismas luces, el mismo entorno, y la misma desfachatez.
   Prefiero citar a mis amigos y colegas blogueros cubanos, quienes ofrecerán más detalles de la ignominia de esta señora capaz de afirmar, en su afán de ver derrocada a la Revolución Cubana, que "si eso le cuesta al Gobierno cubano que los yanquis invadan a Cuba, me da lo mismo".
   Esto y más encontrarán en el blog Isla Mía, de la colega Norelys Morales, o mucha información sobre el show mediático que alrededor de su farsa están organizando los medios, descrito objetivamente en La Pupila Insomne, del colega Iroel Sánchez.
   No dejen de visitar el sitio digital Cambios en Cuba, de Manuel Henriquez Lagarde, y encontrarán imágenes en video de las doctoras que visitaron a la fanfarrona huelguista, haciendo alardes de actriz de segunda que no cumplió su guión de mártir a cabalidad, y que desmintieron toda la farsa que llena las primeras planas de la prensa que apuesta por una Cuba bajo las botas imperiales del poderoso inquilino de la Casa Blanca.
   Vayan, por favor y lean más sobre el asunto, porque les confieso que como decía mi colega Leticia Martínez, “me agobia esta oposición de risa y huelga. Penoso espectáculo. Esta Revolución es tan inmensa que se merece una mejor disidencia, o al menos una más inteligente. Preparémonos para el nuevo show que se avecina....”

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